Malformaciones arteriovenosas

¿Qué investigaciones se están llevando a cabo?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés) estableció un Grupo de Estudio de Malformaciones Arteriovenosas (Arteriovenous Malformation Study Group) para aprender más sobre las causas naturales de las malformaciones arteriovenosas (MAV) y mejorar el tratamiento quirúrgico de estas lesiones. Un estudio del NINDS en la Universidad de Columbia, el estudio aleatorizado de las malformaciones arteriovenosas cerebrales sin reventar (A Randomized Trial of Unruptured Brain AVMs–ARUBA),  demostró que el tratamiento médico por sí solo es superior al tratamiento médico y la terapia intervencionista (cirugía convencional, procedimientos endovasculares y radiocirugía) para mejorar el resultado a largo plazo de las personas con malformaciones arteriovenosas cerebrales sin reventar. Los datos de una fase de observación recientemente cerrada mostrarán si las disparidades continuaron durante los cinco años adicionales de seguimiento.
Entre otras investigaciones financiadas por el NINDS, los científicos están probando una clase de medicamentos llamados bloqueantes beta para ver si pueden llevar al desarrollo de nuevos tratamientos para las personas con MAV. Otros investigadores financiados por el NINDS esperan desarrollar biomarcadores (signos que puedan indicar el riesgo de una enfermedad) para las MAV que puedan mejorar la evaluación del riesgo y ayudar en la elección del tratamiento que pueda ofrecer el máximo beneficio con el mínimo riesgo para la persona. Investigaciones adicionales financiadas por el NINDS esperan determinar las vías moleculares fundamentales para la formación de las MAV cerebrales.

Información de MedlinePlus en español de la Biblioteca Nacional de Medicina 
Malformaciones arteriovenosas


Definición
Definición

Las MAV son nudos anormales y enredados de vasos sanguíneos que hacen que se formen varias conexiones irregulares entre las arterias y las venas. Estas malformaciones ocurren con mayor frecuencia en la médula espinal y en cualquier parte del cerebro o en su superficie, pero pueden formarse en cualquier parte del cuerpo. Las MAV pueden lesionar el cerebro y la médula espinal al reducir la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos neurológicos; al sangrar en el tejido circundante (hemorragia), lo que puede causar un accidente cerebrovascular o daño cerebral; y al comprimir o desplazar partes del cerebro o la médula espinal. Muchas personas con una MAV tienen pocos o ningún síntoma significativo. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, debilidad, convulsiones, dolor y problemas con el habla, la vista o el movimiento. La mayoría de las MAV son congénitas, pero pueden aparecer esporádicamente. En algunos casos, la MAV puede ser hereditaria, pero es más probable que otras afecciones hereditarias aumenten el riesgo de tener una MAV. Las malformaciones tienden a descubrirse accidentalmente, por lo general durante el tratamiento de algún trastorno no relacionado o durante la autopsia.

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Tratamiento

Las opciones de tratamiento dependen del tipo de MAV, su ubicación, los síntomas evidentes y el estado general de salud de la persona. A menudo, los medicamentos pueden aliviar los síntomas generales causadas por las MAV y otras lesiones vasculares, como dolor de cabeza, dolor de espalda y convulsiones. El tratamiento definitivo para las MAV es la cirugía, sea para eliminar la MAV o para crear un coágulo de sangre artificial para cerrar la lesión, o la irradiación enfocada que está diseñada para dañar las paredes de los vasos sanguíneos y cerrar la malformación. La decisión de tratar una MAV requiere una cuidadosa consideración de los posibles beneficios frente a los riesgos.

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Pronóstico

El mayor peligro potencial que presentan las MAV es la hemorragia. La mayoría de los episodios de sangrado no se detectan en el momento en que se producen porque no son lo suficientemente graves como para causar un daño neurológico significativo. Sin embargo, también se producen episodios hemorrágicos masivos, incluso fatales. Cada vez que se detecta una MAV, se debe controlar a la persona cuidadosa y consistentemente para detectar cualquier signo de inestabilidad que pueda indicar un mayor riesgo de hemorragia. Las personas que son tratadas requieren estudios de imágenes cerebrales posteriores para evaluar si la MAV ha sido completamente eliminada o destruida. El riesgo de hemorragia permanece si parte de la MAV persiste a pesar del tratamiento. 

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