Síndrome de las piernas inquietas

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¿Qué es el síndrome de las piernas inquietas?

El síndrome de las piernas inquietas (también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, síndrome de las piernas inquietas primario y síndrome de las piernas inquietas idiopático) es un trastorno neurológico que causa sensaciones desagradables o incómodas en las piernas y un impulso irresistible de moverlas. Por lo general, los síntomas se presentan al final de la tarde o en las primeras horas de la noche, y a menudo son más fuertes por la noche, cuando se está descansando. El síndrome de las piernas inquietas puede distorsionar en gran medida el sueño, haciéndole difícil conciliar el sueño o volverse a dormir si se despierta. Caminar o mover las piernas suele aliviar la incomodidad, pero las sensaciones suelen retornar una vez que el movimiento se detiene. 

El síndrome de las piernas inquietas es al mismo tiempo un trastorno del sueño, dado que los síntomas aparecen al estar en reposo y al tratar de dormir, y un trastorno del movimiento, ya que las personas se ven forzadas a mover las piernas para aliviar los síntomas.

Se calcula que hasta un 10 por ciento de la población estadounidense podría tener el síndrome de las piernas inquietas, y este puede aparecer a cualquier edad. Se presenta tanto en los hombres como en las mujeres, si bien las mujeres son más propensas a tenerlo. Muchas de las personas más afectadas son de mediana edad o mayores, y los síntomas tienden a ser más frecuentes y durar más tiempo a medida que se envejece.

El síndrome de las piernas inquietas es una enfermedad para la cual no hay cura, por lo que, generalmente, dura toda la vida. Sin embargo, existen tratamientos para aliviar los síntomas.

Signos y síntomas frecuentes del síndrome de las piernas inquietas

Si usted tiene el síndrome de las piernas inquietas, podría tener un deseo irresistible de moverse, acompañado de sensaciones incómodas en las extremidades inferiores diferentes de las que tienen las personas sin este trastorno. Las sensaciones en las piernas se podrían describir como un dolor punzante, pulsaciones, un tirón, picazón o como si algo estuviese caminando o arrastrándose por las piernas. Estas sensaciones afectan con menos frecuencia los brazos y, rara vez, el pecho o la cabeza. Si bien es posible tener las sensaciones en un solo lado del cuerpo, por lo general afectan los dos lados. 

Las características frecuentes del síndrome de las piernas inquietas incluyen:

  • Sensaciones que comienzan al estar en reposo. En general aparecen cuando está inactivo y sentado durante períodos largos (por ejemplo, al viajar en avión o mirar una película). 
  • Alivio de la molestia con el movimiento. Podría tener la necesidad de mantener las piernas (u otras partes afectadas) en movimiento para minimizar o prevenir las sensaciones. Es posible que tenga la necesidad de andar de un lado al otro o mover constantemente las piernas cuando está sentado.
  • Agravamiento de los síntomas durante la noche, con un periodo definido sin síntomas en la madrugada. Podría tener dificultad para conciliar el sueño y mantenerse dormido. También es posible que note que los síntomas empeoran si tiene menos horas de sueño debido a algún evento o actividad.

Los síntomas del síndrome de las piernas inquietas pueden variar día a día, tanto en gravedad como en frecuencia, así como de una persona a otra. En los casos moderadamente graves, los síntomas se presentan solo una o dos veces a la semana, pero a menudo ocasionan un retraso significativo en la aparición del sueño, con alguna alteración del funcionamiento diurno. En los casos graves, los síntomas se presentan más de dos veces a la semana.

El síndrome de las piernas inquietas podría generarle lo siguiente:

  • cambios en el estado de ánimo
  • agotamiento y somnolencia durante el día
  • problemas de concentración
  • problemas de memoria
  • menos productividad
  • depresión y ansiedad

Es posible que tenga remisiones, que son períodos en los que los síntomas se reducen o desaparecen durante semanas o meses, Por lo general, estas remisiones ocurren durante las primeras etapas del trastorno. Sin embargo, los síntomas tienden a reaparecer y se vuelven más graves con el tiempo.

¿Es el movimiento periódico de las extremidades al dormir lo mismo que el síndrome de las piernas inquietas?

Más del 80 por ciento de las personas con el síndrome de las piernas inquietas también tiene movimientos periódicos de las extremidades al dormir. Estos últimos se caracterizan por sacudidas leves y movimientos espasmódicos de las piernas (y a veces de los brazos) al dormir, por lo general durante 15 a 40 segundos, aunque pueden producirse durante toda la noche. Muchas personas con el síndrome de las piernas inquietas también tienen movimientos periódicos de las extremidades al dormir. Sin embargo, la mayoría de las personas que tienen movimientos periódicos de las extremidades no tienen el síndrome de las piernas inquietas.

¿Quién tiene más probabilidad de tener el síndrome las piernas inquietas?

En la mayoría de los casos, se desconoce la causa del síndrome de las piernas inquietas. Sin embargo, este síndrome a menudo es hereditario y se ha asociado a variantes genéticas específicas. Las bajas concentraciones de hierro en el cerebro también podrían ser responsables del síndrome de las piernas inquietas.

El síndrome de las piernas inquietas podría estar relacionado con una disfunción en una parte del cerebro que controla el movimiento. Los ganglios basales utilizan la dopamina del cerebro para producir actividad y movimientos musculares fluidos y decididos. La alteración de las concentraciones de dopamina en el cerebro suele resultar en movimientos involuntarios. Las personas que tienen la enfermedad de Parkinson, otro trastorno del movimiento, tienen mayor riesgo de desarrollar el síndrome de las piernas inquietas.

El síndrome de las piernas inquietas también parecería estar relacionado o ir de la mano de los siguientes factores o enfermedades subyacentes:

  • enfermedad renal en etapa terminal y hemodiálisis
  • neuropatía (daño a los nervios)
  • privación del sueño y otros trastornos del sueño como la apnea
  • embarazo o cambios hormonales, en especial en el último trimestre; en la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen dentro de las cuatro semanas posteriores al parto
  • consumo de alcohol, nicotina y cafeína

Determinados medicamentos podrían agravar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas, como los que se utilizan para prevenir las náuseas, los antipsicóticos, los antidepresivos que aumentan la serotonina y los medicamentos para el resfriado y las alergias que contienen antihistamínicos antiguos.

¿Cómo se diagnostica y se trata el síndrome de las piernas inquietas?

Diagnóstico

Dado que no existe una prueba específica para el síndrome de las piernas inquietas, la enfermedad se diagnostica mediante una evaluación clínica. Los cinco criterios básicos para el diagnóstico clínico del trastorno son:

  1. Un deseo o una necesidad imperiosa, y con frecuencia abrumadora, de mover las piernas, que suele asociarse con sensaciones raras, desagradables o incómodas.
  2. La necesidad de mover las piernas aparece o empeora al estar en reposo o inactivo.
  3. El movimiento alivia la necesidad de mover las piernas, ya sea de manera temporal y parcial o total. 
  4. La necesidad de mover las piernas aparece o empeora al atardecer o a la noche.
  5. Estas cuatro características no se deben a ningún otro problema médico o conductual.

Podría ser útil realizarse un examen neurológico y físico, además de obtener información sobre su historia clínica personal y familiar, y una lista de los medicamentos que esté tomando. Debería hablar con su médico sobre la frecuencia, duración e intensidad de los síntomas, y si el movimiento ayuda a aliviarlos; cuánto tiempo tarda en conciliar el sueño; cualquier dolor asociado a los síntomas; y si tiene alguna tendencia a quedarse dormido o tener somnolencia durante el día, perturbaciones del sueño o alteraciones en el funcionamiento diurno. 

Los análisis de sangre podrían descartar otras enfermedades que quizás estén causando los síntomas del síndrome de las piernas inquietas, como una insuficiencia renal, concentraciones bajas de hierro y otras causas de las perturbaciones del sueño, como la apnea del sueño y el embarazo. De hecho, aproximadamente el 25 por ciento de las mujeres embarazadas desarrollan el síndrome de las piernas inquietas, pero los síntomas suelen desaparecer luego de dar a luz.

Diagnosticar el síndrome de las piernas inquietas en los niños puede ser especialmente difícil, ya que les cuesta describir sus síntomas. El síndrome de las piernas inquietas en los niños a veces se diagnostica erróneamente como “dolores del crecimiento” o trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Tratamiento

El síndrome de las piernas inquietas no tiene cura, pero los síntomas se pueden tratar. El movimiento de la extremidad o las extremidades afectadas puede ofrecer alivio temporal. En ocasiones, los síntomas del síndrome de las piernas inquietas se pueden controlar si se trata un problema médico asociado, como la neuropatía periférica, la diabetes o la anemia por deficiencia de hierro.

Los medicamentos para el síndrome de las piernas inquietas incluyen:

  • Suplementos de hierro.
  • Anticonvulsivos. Los anticonvulsivos son el tratamiento de primera línea para personas con el síndrome de las piernas inquietas. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el uso de gabapentina enacarbil para tratar los casos moderados a graves del síndrome de las piernas inquietas. Otros medicamentos anticonvulsivos, como la pregabalina, pueden disminuir las alteraciones sensoriales y el dolor nervioso. 
  • Agentes dopaminérgicos. Estos medicamentos, que aumentan la dopamina en el cerebro, pueden reducir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas cuando se toman por la noche. La FDA aprobó el ropinirol, el pramipexol y la rotigotina para tratar los casos moderados a graves del síndrome. La combinación de levodopa y carbidopa puede ser efectiva cuando se usa de manera intermitente, pero no todos los días, porque el uso de dopaminérgicos a largo plazo puede llegar a empeorar los síntomas y causar otras complicaciones.
  • Opioides. A veces se recetan medicamentos como la metadona, la codeína, la hidrocodona o la oxicodona para tratar a las personas con síntomas más graves del síndrome de las piernas inquietas que no responden bien a otros medicamentos. 
  • Benzodiazepinas. Los medicamentos como el clonazepam y el lorazepam se suelen recetar para tratar la ansiedad, los espasmos musculares y el insomnio, y pueden ayudar a tener un sueño más reparador. 

Los siguientes cambios en el estilo de vida y las actividades podrían brindar cierto alivio, si tiene un caso leve a moderado del síndrome de las piernas inquietas:

  • evite el consumo de alcohol, nicotina y cafeína o elimínelo por completo
  • modifique o mantenga un patrón de sueño regular
  • haga ejercicios moderados de manera regular
  • masajéese las piernas o tome un baño tibio
  • colóquese una almohadilla térmica o una bolsa de hielo
  • utilice vendas para los pies diseñadas especialmente para personas con el síndrome de las piernas inquietas o almohadillas vibradoras en la parte de atrás de las piernas
  • haga ejercicios aeróbicos y de estiramiento de piernas de intensidad moderada

¿Cuáles son los últimos adelantos sobre el síndrome de las piernas inquietas?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicas y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés) es la principal agencia federal que financia las investigaciones sobre el síndrome de las piernas inquietas. El NINDS forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), una de las principales fuentes de apoyo a la investigación biomédica en el mundo.

  • Los investigadores están estudiando los cambios en las vías de señalización del cerebro que podrían contribuir al desarrollo del síndrome de las piernas inquietas. En particular, los investigadores sospechan que una alteración en la transmisión de las señales de la dopamina en los ganglios basales podría estar relacionada. Los investigadores también esperan descubrir las relaciones genéticas en el síndrome de las piernas inquietas y entender mejor qué causa la enfermedad.
  • Algunos de los investigadores financiados por el NINDS están estudiando el papel de la epigenética en el desarrollo del síndrome de las piernas inquietas. Los cambios epigenéticos pueden activar o desactivar genes, lo que puede tener un gran impacto tanto en la salud como en la enfermedad. La evidencia sugiere que la deficiencia de hierro durante el embarazo, la primera infancia y la niñez aumenta el riesgo de desarrollar el síndrome de las piernas inquietas en etapas posteriores. Los científicos tienen la esperanza de que al entender los cambios epigenéticos asociados con la deficiencia de hierro se pueda brindar nueva información sobre cómo prevenir el desarrollo de este síndrome.
  • El NINDS también apoya las investigaciones sobre por qué el uso de dopaminérgicos para tratar el síndrome de las piernas inquietas, la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento puede ocasionar otros trastornos del control de los impulsos, en tanto apuntan a desarrollar tratamientos nuevos o mejorados que eviten este efecto secundario adverso. 
  • Algunos de los investigadores financiados por el NINDS están utilizando técnicas avanzadas de imágenes por resonancia magnética para medir los cambios en la química cerebral en personas con el síndrome de las piernas inquietas a fin de desarrollar nuevos modelos de investigación y maneras de corregir el proceso de hiperexcitación. 
  • Los científicos todavía no entienden completamente los mecanismos mediante los cuales el hierro ingresa al cerebro y cómo se regulan estos mecanismos. Por ello, algunos investigadores financiados por el NINDS están estudiando el papel de las células endoteliales en la regulación del metabolismo cerebral del hierro. Las células endoteliales forman parte de la cobertura protectora llamada barrera hematoencefálica que separa la sangre circulante del líquido que rodea el tejido cerebral. Los resultados podrían ofrecer nuevas ideas para tratar los síntomas cognitivos y motores asociados con estos el síndrome de las piernas inquietas. 
  • Los investigadores también están probando nuevas terapias no farmacológicas, como un dispositivo compacto de estimulación nerviosa no invasiva diseñado para tratar el síndrome durante el sueño.

Se puede encontrar más información acerca de las investigaciones sobre el síndrome de las piernas inquietas respaldadas por el NINDS y otros institutos y centros de los NIH utilizando NIH RePORTER, una base de datos para hacer búsquedas sobre proyectos de investigación actuales y anteriores, respaldados por los NIH y otras agencias federales. RePORTER también incluye enlaces a publicaciones y recursos de estos proyectos. Ingrese “restless legs syndrome” para iniciar su búsqueda.

Para consultar artículos de investigación y resúmenes sobre el síndrome de las piernas inquietas, haga una búsqueda en inglés en PubMed, que contiene citas de revistas médicas y otros sitios (aunque son menos, también puede hacer búsquedas para ver si hay artículos en español).

¿Cómo se puede ayudar a mejorar el cuidado de las personas con el síndrome de las piernas inquietas?

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Estudios clínicos
Obtenga más información sobre los estudios clínicos. Estos son estudios que nos permiten aprender más sobre los trastornos y las enfermedades, y mejorar los cuidados. Pueden ayudar a dar acceso a los pacientes a tratamientos nuevos y futuros.

Considere la posibilidad de participar en un estudio clínico para que los médicos y los científicos puedan aprender más sobre el síndrome de las piernas inquietas. Las investigaciones clínicas se realizan con voluntarios y ayudan a los investigadores a aprender más sobre un trastorno y, quizás, a encontrar mejores maneras de detectar, tratar o prevenir una enfermedad de forma segura.

Se necesitan todo tipo de voluntarios (personas saludables o que puedan tener una enfermedad o afección), de todas las edades, sexos, razas y etnias, para garantizar que los resultados del estudio se apliquen a tantas personas como sea posible, y que los tratamientos sean seguros y eficaces para todos los que los usen.

Para obtener información sobre cómo participar en una investigación clínica, visite la página de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) sobre la investigación clínica. Aprenda más sobre los estudios clínicos que están buscando personas con el síndrome de las piernas inquietas en Clinicaltrials.gov, una base de datos sobre estudios clínicos federales y de otro tipo. Esta es una base de datos en inglés sobre estudios clínicos actuales y anteriores, y los resultados de las investigaciones.

¿Dónde puedo encontrar más información sobre el síndrome de las piernas inquietas?

Las siguientes organizaciones podrían tener información adicional. Es posible que la información esté disponible solo en inglés:

National Organization for Rare Disorders (NORD)

National Sleep Foundation

Restless Legs Syndrome Foundation

Para información adicional sobre el síndrome de las piernas inquietas:

Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés)

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